In the Catholic Church, the Ecclesial Movements and the New Communities are a plural reality. They form a mosaic of charisms, with distinct and complementary emphases: conversion and fraternity, works of mercy and human promotion, charismatic and sacramental renewal, ecumenical spirituality, and unity of Christians. The purpose of this article is to analyze the II Vatican Council’s understanding of the lay charism and its emphasis in the later magisterium, considering the Movements and the Communities from the perspective of the baptismal vocation to holiness and apostolate. The theological and ecclesial elements underlined affirm the mission of the laity in the Church-communion (II Vatican Council), with their charisms open to the signs of the times (Paul VI), based on their own spirituality and discipline in view of the apostolate (John Paul II and Benedict XVI), and the recent call to the outgoing mission (Pope Francis). The analysis concludes that lay men and women (or laity) evangelize by virtue of baptism, according to the secular character of their vocation in the world; and assesses each pontiff’s emphasis on lay leadership in times of missionary reform of the Church.
En la Iglesia Católica, los Movimientos Eclesiales y las Nuevas Comunidades son una realidad plural. Constituyen un mosaico de carismas, con énfasis distintos y complementarios: conversión y fraternidad, obras de misericordia y promoción humana, renovación carismática y sacramental, espiritualidad ecuménica y unidad cristiana. El propósito de este artículo es analizar la comprensión conciliar del carisma laico y los énfasis del tema en el magisterio posterior, considerando los Movimientos y las Comunidades en la perspectiva de la vocación bautismal a la santidad y el apostolado. Los elementos teológicos y eclesiales subrayados afirman la misión de los laicos en la Iglesia-comunión (Vaticano II), con sus carismas abiertos a los signos de los tiempos (Pablo VI), con base en una espiritualidad y disciplina propias en vista del apostolado (Papas Juan Pablo II y Benedicto XVI), por fin con el llamamiento a la misión en salida (Papa Francisco). El análisis concluye que hombres y mujeres laicos (o seglares) evangelizan en virtud del bautismo, según el carácter secular de su vocación en el mundo; y evalúa la contribución de cada pontífice para el liderazgo laico, en tiempos de reforma misionera de la Iglesia.