l proceso revolucionario que se extiende por los paÃses árabes tiene un carácter democrático general, con un sello de clase en potencial, y está hegemonizado en las calles por la juventud estudiantil, especialmente universitaria, aunque con presencia masiva de personas de todas las clases sociales. En Egipto y Yemen, la población menor de 30 años constituye, respectivamente, el 63% y el 77% del total. En Egipto, 20 millones de habitantes (casi un cuarto del total) viven con 2 dólares diarios o menos, después de tres décadas de privatizaciones y pérdida de las subvenciones estatales. En paises como Túnez, los jubilados carecen de pensión, los sueldos apenas alcanzan la limosna, y un millón de personas académicamente formadas partieron al exilio por falta de perspectivas laborales. La catástrofe social en curso en los paÃses árabes es el motor imparable de la revolución.