Edith Stein, uma notável filósofa alemã de origem judaica, desempenhou papel crucial na fusão da fenomenologia com o tomismo. Sua jornada intelectual começou com o estudo das Investigações Lógicas de Edmund Husserl, obra na qual ela encontrou uma abordagem que harmonizava a subjetividade com a objetividade, mergulhando na exploração da relação entre o eu pensante e o mundo circundante. O ápice de sua pesquisa inicial resultou na formulação do conceito de “empatia”, que aprofundou a compreensão das experiências alheias. A conversão de Stein ao catolicismo a levou a investigar o diálogo entre a fenomenologia e o tomismo, duas correntes filosóficas aparentemente díspares. Ela sustentou a tese de que a razão humana possui a capacidade de buscar a verdade infinita, uma concepção que ecoa os princípios de Tomás de Aquino. Nesse contexto, Stein apresentou uma visão integrada na qual a razão e a fé não são conceitos mutuamente exclusivos, mas, ao contrário, se complementam de maneira harmoniosa. Seu legado persiste, influenciando gerações subsequentes de filósofos e teólogos, contribuindo para elaborações entre transcendência e imanência na contemporaneidade.
Edith Stein, una destacada filósofa alemana de origen judío, desempeñó un papel crucial en la fusión de la fenomenología con el tomismo. Su viaje intelectual comenzó con el estudio de las Investigaciones Lógicas de Edmund Husserl, donde encontró un enfoque que armonizaba la subjetividad con la objetividad, sumergiéndose en la exploración de la relación entre el yo pensante y el mundo circundante. La cúspide de su investigación inicial dio como resultado la formulación del concepto de “empatía”, que profundizó la comprensión de las experiencias ajenas. La conversión de Stein al catolicismo la llevó a investigar el diálogo entre la fenomenología y el tomismo, dos corrientes filosóficas aparentemente dispares. Sostuvo la tesis de que la razón humana tiene la capacidad de buscar la verdad infinita, una concepción que hace eco de los principios de Tomás de Aquino. En este contexto, Stein presentó una visión integrada en la que la razón y la fe no son conceptos mutuamente excluyentes, sino que, por el contrario, se complementan de manera armoniosa. Su legado perdura, influenciando a generaciones posteriores de filósofos y teólogos, y contribuyendo a las reflexiones sobre la trascendencia y la inmanencia en la contemporaneidad.
